Durante
años estuve acá adentro. Fue mi lugar de reclusión, mi cárcel, esa prisión
donde paradójicamente alcancé a vivir momentos en los cuales nunca me sentí tan
libre. Sí, a mis 25 años llevo años en este closet. Por primera vez me estoy
animando a vivir ciertas cosas con un poco más de soltura y sin castigarme.
Hace años que sabía que me gustaban los hombres, pero parece que no siempre quise
ser consciente de eso, es una verdad que aún me duele y que me toca desde lo
más profundo. Sin saber porqué algo que durante años oculté con extremo recelo
y cuidado (y sigo ocultando, aunque menos obsesivamente) se ha vuelto una carga
difícil de llevar solo. Siempre me engañé sínicamente diciéndome que iba a
poder sobrellevar esto en soledad, y que no iba a hacer falta compartirlo. Sin
embargo parece ser que la vida intenta decirme todos los días que estaba muy
equivocado. Me cansé de las mentiras y de ocultarme. Me cansé de negarme una y
otra vez, de cancelarme, de anularme y de callarme. Hoy sigo adentro de este
closet… a oscuras, pero puedo sentir como comienzo a soportar el peso de mi
cabeza (mi peor enemigo si mal no recuerdo). Hoy puedo sentir como aunque sea
dentro del closet comienzo a elevar mi frente.
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