martes, 20 de marzo de 2012

Cuando el closet empieza a quedar pequeño


Durante años estuve acá adentro. Fue mi lugar de reclusión, mi cárcel, esa prisión donde paradójicamente alcancé a vivir momentos en los cuales nunca me sentí tan libre. Sí, a mis 25 años llevo años en este closet. Por primera vez me estoy animando a vivir ciertas cosas con un poco más de soltura y sin castigarme. Hace años que sabía que me gustaban los hombres, pero parece que no siempre quise ser consciente de eso, es una verdad que aún me duele y que me toca desde lo más profundo. Sin saber porqué algo que durante años oculté con extremo recelo y cuidado (y sigo ocultando, aunque menos obsesivamente) se ha vuelto una carga difícil de llevar solo. Siempre me engañé sínicamente diciéndome que iba a poder sobrellevar esto en soledad, y que no iba a hacer falta compartirlo. Sin embargo parece ser que la vida intenta decirme todos los días que estaba muy equivocado. Me cansé de las mentiras y de ocultarme. Me cansé de negarme una y otra vez, de cancelarme, de anularme y de callarme. Hoy sigo adentro de este closet… a oscuras, pero puedo sentir como comienzo a soportar el peso de mi cabeza (mi peor enemigo si mal no recuerdo). Hoy puedo sentir como aunque sea dentro del closet comienzo a elevar mi frente.


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